Sucedió en una banco

Sucedió en un banco. Cuando me llegó tu recuerdo.
 Era en día normal, como casi todos. Lucía el sol y hacía un viento agradable. Yo cogí mi libro y bajé al parque que estaba ubicado en frente de mi casa. Una vez llegué allí, me senté en el banco donde sucedió todo.
Al sentir el contacto del banco me llega una imagen de la primera vez que te vi. Yo como siempre, sentada en el mismo banco, con mi libro, cuando tú llegaste y me pediste permiso para sentarte. En ese mismo momento tus hermosos ojos azules y los míos  se encontraron. Y yo te respondí con una sonrisa tímida que era un banco público y que obviamente podías sentarte, a lo que tu respondiste con una hermosa sonrisa que te marcaba los oyuelos.
Te sentaste y empezamos a hablar como si nos conociéramos desde siempre. Yo no suelo hablar con desconocidos pero contigo fue distinto.
Ese fue el principio de una bonita amistad que despúes seguiría con algo más.
Y ahí, comenzó nuestra historia...